El regreso de Jesucristo ha sido un tema central en el cristianismo, que ha despertado curiosidad, preocupación y expectación entre los creyentes de todo el mundo. Su Segunda Venida está predicha en la Biblia, con varias escrituras que ofrecen pistas sobre este acontecimiento crucial. Pero, ¿cuándo ocurrirá exactamente? Esta pregunta ha causado mucha especulación y debate a lo largo de los siglos. Exploremos este tema a la luz de las enseñanzas bíblicas.
El momento del regreso de Cristo: Una visión general
La Biblia ofrece una perspectiva fascinante sobre el calendario del regreso de Cristo. Las Escrituras no señalan una fecha u hora concretas, manteniendo un elemento de misterio divino que caracteriza la naturaleza misma de la soberanía de Dios. La Biblia recuerda constantemente a los creyentes que el momento preciso de la Segunda Venida de Cristo es desconocido, un secreto que sólo guarda Dios Padre (Mateo 24:36).
Para comprenderlo mejor, nos fijamos en las enseñanzas de Jesús a Sus discípulos. Compartió una ilustración sobre un amo que se fue de viaje, dejando a sus siervos a cargo de diversas tareas. El mensaje era claro: los criados debían estar siempre preparados para el regreso del amo, que podía producirse en cualquier momento. Esta historia es una metáfora del regreso de Cristo: el momento es desconocido, por lo que Sus seguidores deben estar siempre preparados (Mateo 24:42-44).
En otra enseñanza, Jesús comparó Su regreso con la imprevisibilidad de los días de Noé. Al igual que la gente de la época de Noé no fue consciente del diluvio inminente hasta que llegó, la Segunda Venida de Jesús también cogerá a muchos desprevenidos. Esto subraya lo inesperado de Su regreso y, una vez más, la importancia de la preparación continua (Mateo 24:37-39).
El apóstol Pablo se hace eco de este tema en sus cartas. Anima a los creyentes a vivir como si Jesús pudiera regresar en cualquier momento, aconsejándoles que conduzcan sus vidas de forma digna de la llamada de Dios. Advierte que el regreso de Jesús será rápido y repentino, como un ladrón en la noche (1 Tesalonicenses 5:2).
En el Apocalipsis, el último libro de la Biblia, se subraya aún más el tema de la imprevisibilidad. Se abre con la frase “el tiempo está cerca” (Apocalipsis 1:3), una frase reiterada a lo largo del libro, que subraya la inmediatez y lo inesperado de los acontecimientos que describe, incluida la Segunda Venida de Jesús.
Un vistazo a estos pasajes bíblicos revela un principio importante: la imprevisibilidad del momento del regreso de Cristo no es motivo de temor o ansiedad, sino una llamada a la fidelidad, la vigilancia y la preparación. Las Escrituras nos animan a estar siempre preparados, a vivir con rectitud y a ser fieles en las tareas que Dios nos ha encomendado.
El momento exacto del regreso de Jesús es un secreto divino, que sólo conoce Dios Padre (Mateo 24:36). Jesús enseñó la importancia de la preparación y la vigilancia, ya que Su regreso podría producirse en cualquier momento inesperado (Mateo 24:42-44, Mateo 24:37-39). El apóstol Pablo y el Libro del Apocalipsis reafirman este tema, haciendo hincapié en lo imprevisible y repentino de Su regreso (1 Tesalonicenses 5:2, Apocalipsis 1:3). Así pues, la Biblia nos invita a vivir en un estado constante de preparación, rectitud y fidelidad, cumpliendo las tareas que Dios nos ha encomendado.
Escrituras relativas a la Segunda Venida de Jesús
Hay multitud de escrituras que se refieren a la Segunda Venida de Jesús, cada una de las cuales ofrece su visión única y contribuye a una comprensión más holística de este importante acontecimiento de la escatología cristiana. El Libro del Apocalipsis ofrece algunas de las visiones proféticas más detalladas de lo que está por venir. Escrito por Juan, habla de un tiempo en el que todo ojo verá a Jesús, incluso los que causaron Su sufrimiento (Apocalipsis 1:7). Esto señala la naturaleza global de Su retorno, visible para toda la humanidad, no confinado a una región o grupo específico.
Otra escritura esencial se encuentra en las cartas de Pablo a los Tesalonicenses. Aquí describe un tiempo en el que Jesús descenderá del cielo con gran voz de mando, con voz de arcángel y con el toque de trompeta de Dios. Los muertos en Cristo resucitarán primero, seguidos de los que estén vivos y hayan permanecido fieles. Serán arrebatados juntos en las nubes para encontrarse con el Señor en el aire (1 Tesalonicenses 4:16-17). Esta vívida imagen representa no sólo el regreso de Cristo, sino la resurrección de los fieles, señal de una nueva era de vida eterna.
En los Evangelios, el propio Jesús habla de Su regreso. Dice que volverá del mismo modo que ascendió al cielo: visiblemente, en las nubes y desde el cielo (Hechos 1:9-11). Este relato está respaldado por el testimonio de dos ángeles que se aparecieron a los discípulos mientras veían a Jesús ascender al cielo tras Su resurrección.
El regreso de Cristo también se asocia con un tiempo de juicio. En el Evangelio de Mateo, Jesús comparte la parábola de las ovejas y las cabras (Mateo 25:31-46). La parábola ilustra que, cuando Él regrese como Rey, separará a las personas como un pastor separa a las ovejas de las cabras. Esta separación simboliza el juicio final, en el que se evaluará la vida de las personas en función de su fe y sus acciones.
Las Escrituras señalan el regreso triunfal de Jesús como Rey victorioso, juez y Salvador amoroso que resucitará a Sus fieles seguidores a la vida eterna. Transmiten el mensaje de la esperanza, el triunfo sobre el mal, la restauración y el establecimiento del reino de Dios en la tierra.
Numerosas escrituras describen la Segunda Venida de Jesús. El Libro del Apocalipsis señala la visibilidad global de Su regreso (Apocalipsis 1:7), mientras que la carta de Pablo a los Tesalonicenses detalla la resurrección de los fieles al regreso de Jesús (1 Tesalonicenses 4:16-17). El propio Jesús confirma Su regreso visible desde el cielo, según consta en el libro de los Hechos (Hch 1:9-11), y el Evangelio de Mateo describe Su papel de juez durante Su regreso (Mt 25:31-46). Estas escrituras describen el regreso de Jesús como triunfal, portador de esperanza, victoria, restauración y establecimiento del reino de Dios.
Vivir a la espera del regreso de Cristo
La Biblia anima a los creyentes a vivir sus vidas en espera del regreso de Jesús. Esta anticipación no es una espera pasiva, sino una disposición activa marcada por una vida fiel y una conducta piadosa. Como indicó Jesús en la parábola del siervo fiel y prudente (Mateo 24:45-51), se espera de nosotros que seamos diligentes en el cumplimiento de las tareas y responsabilidades que nos han sido encomendadas, viviendo cada día como si pudiera ser el día de Su regreso.
Pedro anima a los creyentes a llevar una vida santa y piadosa mientras esperan el día de Dios (2 Pedro 3:11-12). Esto incluye vivir rectamente, buscar la paz y crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Es una llamada a mantener el crecimiento espiritual, la integridad personal y la pureza moral.
Otro aspecto de vivir a la espera del regreso de Jesús es dar testimonio de Cristo. La Gran Comisión, recogida en el Evangelio de Mateo (Mateo 28:19-20), establece la tarea de hacer discípulos a todas las naciones. Esto implica difundir la buena nueva de Jesucristo, enseñar a otros Sus enseñanzas y bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
La anticipación del retorno de Cristo también debería suscitar en nosotros un anhelo de justicia y de establecimiento del reino de Dios en la tierra. Según el Padrenuestro, Jesús enseñó a Sus seguidores a rezar para que venga el reino de Dios y se haga Su voluntad en la tierra como en el cielo (Mateo 6:10). Esto implica buscar la justicia, mostrar misericordia y caminar humildemente con Dios.
Pablo, en sus cartas a los Corintios, nos recuerda la importancia de permanecer firmes, inamovibles y siempre abundantes en la obra del Señor, sabiendo que nuestro trabajo en el Señor no es en vano (1 Cor 15,58). Esta seguridad nos anima a mantenernos comprometidos y dedicados en nuestro servicio a Dios y a los demás.
La Biblia anima a los creyentes a vivir anticipando activamente el regreso de Jesús. Esto implica ser diligentes en nuestras responsabilidades (Mateo 24:45-51), llevar una vida santa y piadosa (2 Pedro 3:11-12) y dar testimonio de Cristo como parte de la Gran Comisión (Mateo 28:19-20). También incluye anhelar la justicia y el establecimiento del reino de Dios (Mateo 6:10), y permanecer firmes, inamovibles y comprometidos en nuestro servicio a Dios y a los demás (1 Corintios 15:58). Esta anticipación activa se caracteriza por la vida fiel, la rectitud, el testimonio, la justicia y el servicio dedicado.
La Anticipación de Su Glorioso Retorno
La incertidumbre que rodea al momento preciso del regreso de Jesús, tal como lo describe la Biblia, es un misterio divino. Sin embargo, la certeza de Su regreso sigue siendo una piedra angular de la creencia cristiana. Esta promesa divina inspira a los creyentes a vivir fielmente, mantener una conducta piadosa y dar continuamente testimonio de las enseñanzas de Cristo. La anticipación de Su regreso fomenta una profunda esperanza en el establecimiento definitivo del reino de Dios y el cumplimiento de la justicia divina.
Para concluir, considera estas preguntas que invitan a la reflexión:
- ¿Cómo influye la certeza del retorno de Cristo en tu vida cotidiana y en tus decisiones?
- ¿Cómo participas activamente en la Gran Comisión mientras esperas Su regreso?
- ¿Cómo refleja tu vida el anhelo de que se establezca el reino de Dios?
En medio de las complejidades y desafíos de la vida, deja que la anticipación del retorno de Cristo ilumine tu camino. Puede que el amanecer de Su glorioso retorno sea desconocido, pero la luz que promete es cierta e inmutable. Deja que esta esperanza ancle tu fe, vigorice tu servicio e inspire tu búsqueda de la rectitud, mientras esperas el amanecer de Su glorioso retorno.
