Jesus and his brothers journeying through a Middle Eastern landscape.

¿Los hermanos de Jesús eran en realidad sus primos?

El debate sobre si Jesús tuvo hermanos biológicos o no viene de lejos. ¿Cómo afectan las diferentes interpretaciones a nuestra comprensión de la vida familiar de Jesús?

Al considerar la vida de Jesucristo, nuestra atención se centra normalmente en su ministerio, sus enseñanzas y el profundo sacrificio que hizo por la redención de la humanidad. Sin embargo, un aspecto a menudo pasado por alto, pero igualmente convincente, de Su existencia terrenal reside en Su familia inmediata, concretamente, en la cuestión de Sus posibles hermanos. En este artículo, nos proponemos explorar esta intrigante cuestión desde una perspectiva bíblica, abordando la pregunta: ¿Tuvo María hijos después de Jesús?

Las pruebas bíblicas de los hermanos de Jesús

Cuando empezamos a sondear las Escrituras, encontramos varios pasajes que sugieren que Jesús pudo tener hermanos biológicos. A estos posibles hermanos se les suele llamar “los hermanos de Jesús”, y en ocasiones también se menciona a “las hermanas de Jesús”.

Veamos primero el Evangelio de Mateo, que enumera a Santiago, José (o Josés), Simón y Judas como hermanos de Jesús (Mateo 13:55). El Evangelio de Marcos se hace eco de esta enumeración de los hermanos de Jesús, mencionando de nuevo a Santiago, Josés, Judas y Simón (Marcos 6:3). En estos relatos evangélicos, la mención de hermanos y hermanas se hace cuando la gente expresa incredulidad ante las enseñanzas de Jesús, asombrada de que alguien de su comunidad local hablara con tanta autoridad y sabiduría.

Los Hechos de los Apóstoles, al describir el periodo posterior a la ascensión de Cristo, se refieren a los apóstoles reunidos en oración, junto con María, la madre de Jesús, y sus hermanos (Hch 1,14). Este pasaje implica que los hermanos de Jesús formaban parte de la primitiva comunidad cristiana.

Las cartas de Pablo también contienen referencias que arrojan luz sobre este tema. En su carta a los Gálatas, Pablo relata su viaje a Jerusalén, donde se encontró con Santiago, al que se refiere como el hermano del Señor (Gálatas 1:19). Este Santiago se identifica a menudo con el Santiago que dirigió la comunidad cristiana de Jerusalén y se considera el autor de la Epístola de Santiago en el Nuevo Testamento.

El Evangelio de Juan ofrece una perspectiva algo ambigua. Describe una situación en la que los hermanos de Jesús le aconsejan que vaya a Judea para la Fiesta de los Tabernáculos, expresando escepticismo sobre Sus milagros (Juan 7:3-5). Más tarde, cerca de la crucifixión, Jesús confía el cuidado de Su madre María al apóstol Juan (Juan 19:26-27), lo que plantea interrogantes sobre el estatus de Sus hermanos y por qué no se les dio esta responsabilidad.

Aunque estos pasajes parecen implicar que Jesús tenía hermanos biológicos, algunos eruditos los interpretan de forma diferente, teniendo en cuenta factores culturales y lingüísticos. Pero por ahora, está claro que la Biblia menciona a personas a las que se refiere como hermanos y, a veces, hermanas de Jesús.

El Nuevo Testamento se refiere a personas llamadas Santiago, José (o Josés), Simón y Judas como hermanos de Jesús. Pasajes de los Evangelios de Mateo y Marcos, los Hechos de los Apóstoles y las cartas de Pablo contienen estas menciones. El Evangelio de Juan incluye interacciones entre Jesús y sus hermanos, pero también presenta el intrigante episodio de Jesús confiando el cuidado de María al apóstol Juan. Aunque estas referencias indican que Jesús tenía hermanos, la naturaleza exacta de estas relaciones es un tema de debate permanente entre los eruditos.

Comprender la terminología griega: “Adelphos” y “Adelpha”

Profundizar en la lengua original del Nuevo Testamento, que es el griego, arroja luz sobre la naturaleza de las relaciones comentadas anteriormente. Las palabras griegas “adelphos” y “adelpha” se utilizan a menudo en el Nuevo Testamento, y se traducen respectivamente por “hermano” y “hermana” en español.

Aunque la traducción literal de estas palabras es “hermano” y “hermana”, el uso en griego antiguo, y sobre todo en el contexto del Nuevo Testamento, puede ser más matizado. Estos términos podían denotar una variedad de relaciones, desde hermanos biológicos hasta lazos familiares más amplios e incluso relaciones estrechas dentro de una comunidad.

Veamos los casos en que se utiliza “adelphos” en el Nuevo Testamento, fuera de los que se refieren a los hermanos de Jesús. La palabra se utiliza a menudo para denotar un sentido de parentesco espiritual entre creyentes (1 Corintios 1:10). También se emplea para referirse a compatriotas o personas del mismo grupo étnico (Hch 3:17). Del mismo modo, “adelpha” se utiliza para referirse a los miembros femeninos de la comunidad cristiana (Romanos 16:1).

De forma similar, el término “adelphos” se utiliza en la Septuaginta, la traducción griega del Antiguo Testamento, para describir diversas relaciones que en español no entrarían en la categoría de hermanos biológicos. Por ejemplo, se refiere a la relación entre Abraham y Lot (Génesis 13:8), aunque Abraham era tío de Lot.

Es evidente que las palabras “adelphos” y “adelpha” tenían diversos significados en el contexto griego original, más allá de denotar simplemente hermanos biológicos. Esto nos proporciona una comprensión matizada de cómo se percibían y describían las relaciones en la época del Nuevo Testamento.

Las palabras griegas “adelphos” y “adelpha”, traducidas habitualmente como “hermano” y “hermana” en español, tienen connotaciones más amplias en el Nuevo Testamento. Estos términos podían indicar no sólo hermanos biológicos, sino también relaciones familiares extensas y vínculos estrechos dentro de una comunidad. Su uso en otras partes del Nuevo Testamento y en la Septuaginta sugiere una amplia gama de posibles relaciones. Esta comprensión es clave para interpretar los pasajes que se refieren a los “hermanos” y “hermanas” de Jesús.

El debate teológico: ¿hermanos o primos?

Dadas las diversas connotaciones de los términos “adelphos” y “adelpha”, las interpretaciones de las relaciones familiares en torno a Jesús varían entre las tradiciones cristianas. Esta distinción ha dado lugar a interesantes debates en los círculos teológicos, centrados principalmente en si las referencias a los hermanos y hermanas de Jesús implican hermanos o primos biológicos.

Una perspectiva, defendida sobre todo por la tradición católica romana, postula que María, la madre de Jesús, permaneció virgen perpetuamente durante toda su vida. Esta creencia obliga a interpretar que “adelphos” y “adelpha” se refieren a parientes cercanos de Jesús, probablemente primos, y no hermanos directos. Cabe señalar que la lengua griega del Nuevo Testamento no tiene una palabra específica para “primo”, por lo que es necesario utilizar “adelphos” o “adelpha” para tales relaciones. Este argumento también se ve respaldado por la mención de otra María, descrita como madre de Santiago y Josés en el Evangelio de Marcos (Marcos 15:40), lo que implica que estos “hermanos” podrían ser primos de Jesús y no sus hermanos biológicos.

Por otra parte, muchas tradiciones protestantes interpretan a los hermanos y hermanas de Jesús como Sus hermanos biológicos, hijos de María y José nacidos después de Jesús. Esta perspectiva se inclina por la interpretación más literal de “adelphos” y “adelpha” como hermanos biológicos. A menudo se señala que los Evangelios hacen repetidas referencias a María, la madre de Jesús, Sus hermanos y Sus hermanas, como un grupo distinto de los apóstoles y otros seguidores (Mateo 12:46-50, Marcos 3:31-35).

La tradición ortodoxa ofrece una tercera interpretación, según la cual los hermanos de Jesús eran hijos de José de un matrimonio anterior, lo que los convierte en hermanastros de Jesús. Esta interpretación también mantiene la creencia en la virginidad perpetua de María.

La naturaleza exacta de la relación entre Jesús y aquellos a los que el Nuevo Testamento se refiere como sus “hermanos” y “hermanas” ha sido objeto de debate teológico. La tradición católica romana suele interpretar a estos hermanos como primos de Jesús, lo que apoya la creencia en la virginidad perpetua de María. En cambio, muchas tradiciones protestantes los interpretan como hermanos biológicos de Jesús. La tradición ortodoxa introduce otra perspectiva, considerándolos hermanastros de Jesús, hijos de José de un matrimonio anterior.

El debate en torno a las relaciones familiares de Jesús, en particular de los llamados “hermanos” y “hermanas” en el Nuevo Testamento, pone de relieve la complejidad y los matices de la interpretación bíblica. Las distintas interpretaciones de las tradiciones cristianas -ya se les considere hermanos biológicos, primos o hermanastros- ponen de relieve la riqueza de nuestra fe y la diversidad de pensamiento que alberga. En el gran esquema de nuestra fe, este asunto nos recuerda que las Escrituras a menudo nos presentan más preguntas que respuestas, invitándonos continuamente a comprometernos profundamente con nuestras creencias.

Para seguir contemplando este tema, considera estas preguntas:

  • ¿Cómo afecta la comprensión de las relaciones familiares de Jesús a tu perspectiva sobre Su vida y enseñanzas?
  • ¿Qué ideas puedes extraer de las diversas interpretaciones dentro de las tradiciones cristianas?
  • ¿Qué revela este debate sobre el proceso de interpretación bíblica y su importancia en nuestra fe?

Que los misterios de nuestra fe te inspiren, no como preguntas sin respuesta, sino como una invitación a profundizar, despertando una curiosidad continua que te acerque a la comprensión de lo Divino. Déjate motivar por la riqueza de nuestra fe, siempre abierta a nuevos descubrimientos que alimenten tu viaje espiritual.

Previous Article
Dusk landscape with a prominent cross on a hill, symbolizing hope. Faint silhouette of Jesus in the distant horizon indicates his return.

¿Por qué volverá Jesús a juzgar al mundo?

Next Article
Dark room, a man watching pornography on the computer. He is surrounded by Christian symbols hinting at moral conflict.

¿Cómo afecta la pornografía a nuestra vida cristiana?

Related Posts