Desert landscape at sunset. Christian church silhouette with a bright cross on one horizon, and a Baha’i temple on the opposite.

¿Qué hay de malo con Baha’i?

La fe bahá’í difiere de las creencias cristianas tradicionales, especialmente en lo que se refiere a la naturaleza de Dios y de Jesús. ¿Qué aspectos concretos del concepto bahá’í de Dios parecen más contradictorios con la Biblia?

La fe bahá’í es una religión mundial independiente que ha ganado popularidad en las últimas décadas. Mucha gente se siente atraída por su mensaje inclusivo y unificador, pero ¿cómo se compara con las enseñanzas de la Biblia? En este artículo, examinaremos más de cerca la fe bahá’í desde una perspectiva bíblica, y debatiremos los principales puntos de discordia entre ambos sistemas de creencias. Nuestro objetivo es proporcionar una mejor comprensión de las diferencias clave, y de si estas diferencias son o no problemáticas para un creyente cristiano.

Orígenes y enseñanzas del bahaísmo

La fe bahá’í fue fundada a mediados del siglo XIX en Persia, lo que actualmente es Irán, por un hombre llamado Mirza Husayn-Ali, que adoptó el título de Bahá’u’lláh, que significa “la Gloria de Dios”. Baha’u’llah afirmaba ser una Manifestación de Dios, un individuo único que recibió inspiración divina para revelar la voluntad y la guía de Dios a la humanidad. La fe bahá’í enseña que estas Manifestaciones de Dios han aparecido a lo largo de la historia en diversas formas, como Abraham, Moisés, Buda, Jesús y Mahoma, entre otros.

Los seguidores bahá’ís creen que cada Manifestación de Dios ha traído un nuevo conjunto de enseñanzas y guía espiritual para adaptarse a las necesidades y condiciones de su tiempo. Se considera que Bahá’u’lláh, como la Manifestación más reciente, ha traído el último mensaje de Dios, destinado a unificar a la humanidad y a lograr la paz y la justicia mundiales.

Algunas enseñanzas clave de la fe bahá’í incluyen la unicidad de Dios, la unicidad de la religión y la unicidad de la humanidad. Los bahá’ís creen que las principales religiones del mundo son esencialmente expresiones diferentes de la misma verdad divina, y que todas las personas son iguales independientemente de su raza, nacionalidad o sexo. La fe hace hincapié en la importancia de la educación, la justicia social y la eliminación de los prejuicios.

Los bahá’ís también creen en el concepto de revelación progresiva, que significa que Dios envía nuevas orientaciones y enseñanzas espirituales a la humanidad a lo largo del tiempo. Según esta creencia, cada Manifestación trae un nuevo “capítulo” de revelación divina que se basa en los anteriores y los amplía. Esta idea se refleja en la cita bahá’í “Ésta es la Fe inmutable de Dios, eterna en el pasado, eterna en el futuro” (Bahá’u’lláh, Recopilaciones de los Escritos de Bahá’u’lláh, p. 136).

En cuanto a las escrituras, los bahá’ís tienen sus propios textos sagrados, como el Kitab-i-Aqdas (el Libro Más Sagrado) y el Kitab-i-Iqan (el Libro de la Certeza), que contienen las enseñanzas y revelaciones de Bahá’u’lláh. Sin embargo, también reconocen que los textos sagrados de otras religiones, como la Biblia, el Corán y el Bhagavad Gita, contienen guía y sabiduría divinas.

La fe bahá’í es una religión global, cuyo centro administrativo se encuentra en Haifa, Israel. El Centro Mundial Bahá’í es el corazón espiritual y administrativo de la fe, y es la sede de la Casa Universal de Justicia, el órgano supremo de gobierno de la comunidad mundial bahá’í.

Bahá’í y Cristianismo: Diferencias clave

Aunque la fe bahá’í reconoce a Jesucristo como Manifestación de Dios, difiere del cristianismo en varios aspectos fundamentales. A continuación se exponen algunas diferencias clave entre ambas fes:

La naturaleza de Jesucristo: En el cristianismo, Jesucristo es considerado el Hijo de Dios, que se encarnó, tomando forma humana, para salvar a la humanidad del pecado y de la muerte mediante su muerte y resurrección. Como está escrito en la Biblia: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Por el contrario, la fe bahá’í considera a Jesús una de las muchas Manifestaciones de Dios, no la única divina, y cree que Bahá’u’lláh ha traído una revelación más reciente que sustituye a las enseñanzas de Jesús.

La Santísima Trinidad: El cristianismo defiende el concepto de la Santísima Trinidad, que es la creencia en un Dios que existe en tres personas: el Padre, el Hijo (Jesucristo) y el Espíritu Santo. La Biblia dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19). Sin embargo, la fe bahá’í no acepta la doctrina de la Trinidad y, en su lugar, hace hincapié en la unicidad de Dios.

La salvación: El cristianismo enseña que la salvación es un don de Dios, que se recibe mediante la fe en Jesucristo como salvador, que murió por los pecados de la humanidad y resucitó. El apóstol Pablo escribió: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9). La fe bahá’í, por otra parte, no sostiene una doctrina específica de salvación, pero hace hincapié en el crecimiento espiritual individual, el servicio a la humanidad y la unidad entre las personas y las religiones.

La autoridad de la Biblia: Los cristianos creen que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios y la máxima autoridad para su fe y su práctica. La Biblia afirma: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16). Aunque los bahá’ís reconocen que la Biblia es un texto sagrado que contiene orientación divina, también creen que ha sido sustituida por las revelaciones de Bahá’u’lláh, que se consideran el mensaje más reciente y relevante de Dios.

La Segunda Venida de Cristo: El cristianismo enseña que Jesús regresará a la Tierra en la Segunda Venida para juzgar a los vivos y a los muertos, como se afirma en la Biblia: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16). La fe bahá’í, sin embargo, considera la llegada de Bahá’u’lláh como el cumplimiento de diversas profecías relativas al retorno de una figura divina, no específicamente la Segunda Venida de Cristo.

Estas diferencias en creencias y enseñanzas ponen de relieve algunas de las distinciones fundamentales entre el cristianismo y la fe bahá’í. Aunque ambas religiones comparten ciertos valores y principios espirituales, sus doctrinas básicas y su comprensión de Dios, Jesucristo y la salvación divergen significativamente.

Posibles conflictos con las enseñanzas bíblicas

Como hemos visto, existen varias diferencias clave entre el cristianismo y la fe bahá’í. Para los cristianos, estas diferencias pueden presentar conflictos potenciales con sus creencias bíblicas. He aquí algunas áreas destacables de preocupación:

La exclusividad de Jesucristo: Según la Biblia, Jesucristo es el único camino hacia la salvación y la reconciliación con Dios. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). La fe bahá’í, sin embargo, enseña que ha habido múltiples Manifestaciones de Dios a lo largo de la historia, incluida Bahá’u’lláh como la más reciente. Esta creencia puede entrar en conflicto con la concepción cristiana de Jesús como el camino exclusivo hacia la salvación.

La finalidad de la revelación de Jesús: El cristianismo enseña que la vida, muerte y resurrección de Jesús representan la revelación completa y final del plan de Dios para la salvación de la humanidad. En el libro de Hebreos está escrito: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo” (Hebreos 1:1-2). El concepto de revelación progresiva de la fe bahá’í, en la que Bahá’u’lláh trae un mensaje más reciente de Dios, puede contradecir la creencia cristiana en la finalidad de la revelación de Jesús.

La autoridad de la Biblia: Para los cristianos, la Biblia es la fuente última de guía y autoridad espiritual. La fe bahá’í, aunque reconoce que la Biblia es un texto sagrado, también cree que los escritos de Bahá’u’lláh la sustituyen. Este punto de vista puede cuestionar la convicción cristiana en la autoridad e inspiración únicas de la Biblia.

La naturaleza de Dios: La concepción cristiana de Dios como una Trinidad -Padre, Hijo y Espíritu Santo- es un principio central de la fe. El rechazo de la fe bahá’í a la Trinidad y el énfasis en la unicidad de Dios pueden considerarse contradictorios con la doctrina cristiana del Dios Trino.

La Segunda Venida de Cristo: Los cristianos anticipan el regreso de Jesucristo en la Segunda Venida, tal como se profetiza en la Biblia. La interpretación de la fe bahá’í de la llegada de Bahá’u’lláh como el cumplimiento de estas profecías puede considerarse incompatible con la expectativa cristiana del regreso de Jesús.

Aunque la fe bahá’í y el cristianismo comparten algunos valores y principios espirituales, existen diferencias fundamentales en sus doctrinas y creencias básicas que pueden plantear conflictos a los cristianos. Es esencial que los creyentes comprendan estas distinciones y entablen un diálogo reflexivo y respetuoso al explorar la relación entre estas dos fes.

Encontrar un terreno común

A medida que hemos explorado la fe bahá’í desde una perspectiva bíblica, queda claro que existen diferencias significativas entre los dos sistemas de creencias. Aunque algunos aspectos de la fe bahá’í pueden resultar atractivos o intrigantes, es esencial que los cristianos consideren detenidamente los posibles conflictos con sus propias creencias.

Para reflexionar más sobre el tema, hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo afectan las diferencias entre el cristianismo y la fe bahá’í a mi comprensión de mi propia fe?
  • ¿De qué manera puedo entablar un diálogo respetuoso y abierto con quienes tienen creencias diferentes?
  • ¿Cómo puedo seguir creciendo en mi propio viaje espiritual, manteniendo al mismo tiempo un espíritu de amor y comprensión hacia los demás?

Es crucial recordar que, como cristianos, estamos llamados a amar a nuestro prójimo, incluso a aquéllos con los que no estemos de acuerdo. Adoptando este espíritu de amor y buscando la comprensión, podemos encontrar puntos en común y trabajar juntos para promover la paz, la justicia y la unidad en nuestro mundo.

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